¿QUÉ ES LA TERAPIA DE CONTRASTE?

La terapia de contraste es un método de recuperación que alterna entre tratamientos fríos y calientes. Normalmente consiste en sumergirse en agua fría, como un baño de hielo, seguido de la exposición al calor, como una sauna. Esta práctica utiliza temperaturas extremas para activar los sistemas circulatorio y nervioso del cuerpo de una manera única.

POR QUÉ FUNCIONA LA TERAPIA DE CONTRASTE

La terapia de contraste ofrece varios beneficios clave al aprovechar las respuestas naturales del cuerpo a los cambios de temperatura. El cambio entre tratamientos fríos y calientes estimula la circulación, lo que ayuda a transportar el oxígeno y los nutrientes de manera más eficiente por todo el cuerpo.

La inmersión en frío reduce la inflamación y el dolor muscular al hacer que los vasos sanguíneos se contraigan, mientras que el calor de una sauna relaja los músculos y promueve la recuperación a través de la vasodilatación. Esta combinación acelera la capacidad del cuerpo para sanar y recuperarse más rápido.

Más allá de lo físico, la terapia de contraste también fortalece la resiliencia mental. El estrés controlado de alternar temperaturas desafía tanto a tu cuerpo como a tu mente, ayudándote a desarrollar la concentración y la fortaleza mental

SAUNAS DE INFRARROJOS: LA CIMA DE LA TERAPIA DE CALOR

Las saunas de infrarrojos se diferencian de las saunas tradicionales en que utilizan luz infrarroja para calentar directamente tu cuerpo, en lugar de calentar solo el aire circundante. Esto permite una penetración más profunda en tus músculos y tejidos, ayudándote a sudar más eficazmente a temperaturas más bajas, lo que la convierte en una experiencia más cómoda.

El calor suave de las saunas de infrarrojos también promueve la relajación y la recuperación muscular, sin la intensidad opresiva de las saunas tradicionales. Su suministro de calor dirigido las convierte en un compañero perfecto para la terapia de contraste, mejorando los beneficios del ciclo de calor y frío al trabajar más profundamente en el núcleo del cuerpo.

Nuestra nueva Sauna PRO utiliza tecnología de infrarrojos para una recuperación más cómoda y eficaz, perfecta para la terapia de contraste.

CÓMO PRACTICAR LA TERAPIA DE CONTRASTE DE FORMA EFICAZ

  • Empieza con una inmersión en frío

    Comienza sumergiéndote en agua fría, como un baño de hielo, durante 3-5 minutos. Mantén la temperatura del agua entre 5 y 15 °C y permanece completamente sumergido para que tu cuerpo se aclimate al frío.

  • Pasa al calor

    Después de la inmersión en frío, pasa directamente a una sauna de infrarrojos durante 10-15 minutos. Asegúrate de que la temperatura esté ajustada a tu nivel de comodidad, normalmente entre 50 y 65 °C, y aprovecha este tiempo para relajarte por completo y dejar que tu cuerpo se caliente gradualmente.

  • Repite el ciclo

    Después de completar tu primer ciclo de terapia de contraste, escucha a tu cuerpo y analiza cómo te sientes. Para los principiantes, empezar con un solo ciclo es suficiente, pero esto varía de una persona a otra.

    A medida que tu cuerpo se acostumbre a la terapia de contraste, se recomienda aumentar gradualmente el número de ciclos a 2-3 veces en una sola sesión para maximizar plenamente los beneficios.

  • Hidrátate y descansa después

    Asegúrate de beber mucha agua antes, durante y después de la sesión. Dale a tu cuerpo tiempo para recuperarse después, permitiéndole adaptarse a los cambios de temperatura.

CONCLUSIÓN

La terapia de contraste combina tratamientos de frío y calor para favorecer tanto la recuperación física como la resiliencia mental. Al alternar entre estos extremos, ayudas a tu cuerpo a recuperarse y adaptarse de forma más eficaz.

Incorporar la terapia de contraste a tu rutina puede hacerte sentir más fuerte, más concentrado y preparado para cualquier reto.

¿Buscas comprar una sauna?

LUMI Sauna PRO